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¿Cuándo hablaremos de sexualidad?

En algún momento leí una frase que una de mis maestras, la cual admiro porque fue la primera en hablarme de sexualidad desde la información no idealista, escribió acerca de llevar a cabo la disciplina de escribir y me di cuenta que me llevé tres lecciones, la primera, esta posibilidad, nos da la oportunidad de ser pausadas/os para escucharnos a nosotros mismas/os; la segunda, escribir además te invita a pensar y la tercera, me obliga a hacerme cargo de lo que digo con mis palabras. Por estos motivos he decidido hacer este texto con el ánimo de  compartir

Todo día es bueno para un cambio… y para hablar de sexualidades que, de alguna manera estos dos van de la mano y en breve como vaya avanzando se irá entendiendo porque digo que tienen relación. ¿Qué implica hablar de sexualidad?, quiero compartir algunas de las respuestas a las que llegué: implica reconocimiento en muchos campos, como es el de la sociedad, lo político, lo moral y lo ético, implica pensar, escuchar, hablar, darle un lugar a la voz, entender que existe la diversidad y el papel que esta lleva día a día en nuestras vidas, usar el tiempo y disposición, informarse, reflexionar, hacer uso de la crítica, comprender el concepto de libertad, tolerancia y respeto, hablar de la mirada, de los derechos, reconocer nuestras emociones, implica hablar en tiempo pasado, presente y futuro, implica hablar de nuestra historia… nos implica a nosotras/os mismas/os.

Hablar de sexualidad es entender que forma parte de la vida, a veces nos puede llevar a pensar que es un tema exclusivo de los adultos o que hay una edad determinada para hablar de sexualidad, cuando en realidad la edad o etapa de desarrollo no es el punto de partida para discriminar si se debe o no hablar de ella, a cualquier edad se puede preguntar de sexualidad, incluso considero que desde antes que naciéramos ya se hablaba de sexualidad, quizá solamente algunas veces no nos damos cuenta de ello por el valor reduccionista que se le ha dado.


“El término “sexualidad” se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que se experimenten ni se expresen todos. Sin embargo, en resumen, la sexualidad se experimenta y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos”. Esta es una definición que nos ofrece la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud

Como podemos darnos cuenta, la sexualidad es muy diversa y abarca  cien mil  posibilidades y variantes, por eso mismo es importante no pretender entenderla desde una sola mirada. Así mismo romper con los mitos y paradigmas en los que nos hemos basado para hablar de ella, escuchar y entender la sexualidad desde una construcción más allá de lo coloquialmente hablado.

Dice uno de los fotógrafos y escritores que más admiro “Si la libertad me gusta, ¿pa qué voy a vivir de esclavo?” (Lang, 2021), esta frase me hace pensar justo en este mes de junio, el mes del orgullo (que en realidad todos los meses deberíamos propiciar ese orgullo de ser quien somos sin ser esclavos de la desinformación y de los juicios de valor de las demás personas), estamos en un tiempo de comodidad en el que aquello que nos incomoda preferimos eliminarlo, bloquearlo, ignorarlo, todo menos enfrentarlo y es ahí el error que estamos cometiendo en el camino de la deconstrucción y por supuesto que esta es importante en el tema de las sexualidades humanas.

La declaración inicial de asignación sexual puede sujetar la identidad. Hace años era el tiempo perfecto para preguntarnos acerca de cómo vivo mi sexualidad y quién soy sexualmente hablando, ahora es el segundo tiempo más importante para hacerlo, porque si una/o misma/o no lo hace, entonces ¿quién?, entonces estaríamos siendo cómplices de una ignorancia docta, como la proponía Sócrates, del conformismo, formaríamos parte de esa hegemonía del pensamiento que causa la incapacidad de la creación y estaríamos traicionando a la misma dignidad.

Referencias
Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud. (2000). Promoción de la salud sexual Recomendaciones para la acción. https://drive.google.com/drive/folders/11xkBvTqxIgujHD28h4CNv-H3D2UrLuh4.
Gracida, A. (2020). Palabras que no se lleva el viento… o de porqué escribir en este blog. https://udelondresqueretaro.com.mx/palabras-que-no-se-lleva-el-viento-o-de-porque-escribir-en-este-blog/.
Rubio, E. Sobre la sexualidad humana: los cuatro holones sexuales. https://drive.google.com/drive/folders/1uOsDp6yOZpXNj0BBfkRrP7Z69w2xG0SI.

Escrito por: Belén Cristina Gómez Montoya, Psicóloga en formación

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